Cuando estás comiendo o tomando un café con tus amigos-as y te pones a mirar tu teléfono móvil en lugar de charlar con ellos les estás haciendo phubing. Aunque este neologismo -que vendría a significar ‘ninguneo’ o, más exactamente, ‘ningufoneo‘- no forme parte de tu vocabulario seguro que forma parte de tu vida cotidiana. Piensa en las veces en las que tu o tus amigos habéis dejado de conversar porque alguien ha sacado un teléfono y se ha perdido en el agujero negro de las redes sociales.
El phubbing es, lo habrás adivinado, el acto de ignorar a una persona y al propio entorno por concentrarse en la tecnología móvil, ya sea un teléfono inteligente, tableta u otros dispositivos.
Este fenómeno puede parecer un hábito inofensivo, aunque molesto, de la vida moderna, pero la investigación está descubriendo que puede estar dañando seriamente tus relaciones. Aunque nos creamos más conectados a través de nuestro móvil, los mensajes y las redes sociales, quizás estemos erosionando nuestras relaciones personales con los que están presentes.
El phubbing te hace sentir menos conectado
Varios estudios han demostrado que el phubbing hace que las interacciones cara a cara sean menos significativas. Un artículo publicado en el Journal of Applied Social Psychology encontró que incluso las personas que imaginaban que estaban siendo ninguneadas mientras veían una conversación se sentían más negativamente acerca de la interacción que las personas que no se imaginaban víctimas del phubbing.
Otro estudio, publicado en Computers in Human Behavior en 2016, encontró que enviar mensajes de texto durante una conversación hacía que la charla fuera menos satisfactoria para las personas que la tenían, en comparación con las personas que interactúaban sin teléfonos. Un estudio realizado en 2012 llegó a la conclusión de que la mera presencia de un teléfono móvil durante una conversación -aunque nadie lo utilizara- era suficiente para que la gente se sintiera menos conectada entre sí.
El phubbing puede dañar tu salud mental
En el último estudio sobre el tema, se encontró que el phubbing amenaza cuatro «necesidades fundamentales» -la pertenencia, la autoestima, la existencia significativa y el control- al hacer que las personas ningufoneadas se sientan excluidas y marginadas.
Otras investigaciones han demostrado que el phubbing puede afectar las relaciones. Dos estudios recientes separados encontraron que cuando los cónyuges se hacen phubbing, es más probable que experimenten depresión y menor satisfacción conyugal. Es lógico, ya que si tu pareja está siempre con el teléfono, percibimos que le está dando prioridad a otra cosa por encima de ti.
El phubbing es negativo para ambas partes
Por supuesto, la persona que está siendo desairada es la más lastimada por el phubbing, pero el que lo realiza -el phubber– tampoco está libre de daño. A menudo, según la situación, estamos a un lado o en otro.
Un estudio reciente encontró que las personas que usaban sus teléfonos mientras comían con amigos o familiares dijeron que disfrutaban menos de la comida y se sentían más distraídos y menos comprometidos que los que no usaban la tecnología en la mesa. Un experimento de seguimiento descubrió que el uso del teléfono también puede hacer que las interacciones cara a cara fuera de la mesa sean menos agradables.
El phubbing también puede dañar tu reputación. Por lo general, se considera que los usuarios de teléfonos son menos educados y atentos, además de peores conversadores.
El phubbing puede ser una señal de alarma de un mal uso de la tecnología. Esto es preocupante cuando comienza a interferir con nuestra vida diaria. Cuando no podemos evitar enviar mensajes o revisar nuestras redes sociales cuando estamos cara a cara claramente entramos en el terreno de la adicción. Además, estar mirando hacia abajo continuamente una pantalla puede hacer que te pierdas los momentos que realmente conforman tu vida.
El phubbing puede superarse
Si crees que eres un phubber compulsivo, lo mejor es atenerte a reglas estrictas, como guardar tu teléfono mientras comes. Practicar la atención plena también podrá ayudarte. Lo que subyace aquí es una falta de autocontrol, una probable adicción a las redes sociales y FOMO.
Si son los demás los que te hacen phubbing, no te enfades con ellos -Su intención no es excluirte- , pero explícale a esa persona con tranquilidad que esa práctica te hace sentir mal.
Referencias bibliográficas
- Carola Junquera. «Desconectados del entorno y conectados a la red: tan cerca pero tan lejos».
- Peñaherrera Vaca, Andrea Lorena. «“Análisis de la falta del otro y su relación con el neologismo denominado «Phubbing»». Pontificia Universidad Católica del Ecuador Facultad de Psicología.
- «Phubbing: conectados a la red y desconectados de la realidad. Un análisis en relación con el bienestar psicológico.». Máster universitario Investigación (MUI) en ciencias sociales y jurídicas. Especialidad en Psicología.
- «Adicción tecnológica». Docencia e Investigaciones en Neuropsicología y Afasiología Rosario (Santa Fe) – Argentina.
- A. Roberts, James. My life has become a major distraction from my cell phone: Partner phubbing and relationship satisfaction among romantic partners.
- «Tecnologías y su impacto en el entorno social y empresarial: Nomofobia y phubbing». Revista APEC, Volumen 30, 2014.
- «How “phubbing” becomes the norm: The antecedents and consequences of snubbing via smartphone». Computers in human behavior. Volume 63.
Originally posted 2019-11-06 13:30:08.