El Mindfulness es un concepto psicológico, heredado de la tradición budista, que podríamos definir como la concentración de la atención y la consciencia en el aquí y el ahora.
Mindfulness o ‘conciencia plena’ consiste en prestar atención al momento en que vivimos, tomando consciencia de nuestra realidad, sin dejar que nada se interponga. Se trata de un concepto íntimamente relacionado con el de ‘fluir‘.
En nuestra vida cotidiana, muchas veces estamos enfrascados tanto en el trabajo, pensando en el futuro o cargando con el pasado, que nos olvidamos de vivir plenamente el presente. El Mindfulness supone saber apartar de nuestra mente todos esas rumiaciones y pensamientos negativos para centrarnos en lo que estamos haciendo, y hacerlo mejor.
Según el doctor Jon Kabat-Zinn, introductor del concepto de atención plena en occidente y experto en el manejo de estrés, la vida moderna conlleva una gran cantidad de estrés, el cual aumenta en exceso la producción de la hormona cortisol, provocando la muerte de células cerebrales y minando, por ende, la concentración y la productividad.
Sin duda, lograr la atención plena en la sociedad en la que nos ha tocado vivir, se torna cada vez más difícil; pero afortunadamente es algo que se puede entrenar y fortalecer. Para lograr la atención plena te ayudará mucho la meditación, para entrenar la mente a entrar en un estado de concentración y relajación. Para ello, tendrás que adoptar una postura relajada, inspirar profunda y lentamente antes de iniciar cualquier actividad, de este modo, al tranquilizar tu mente, te prepararás para estar centrado y ser más consciente de todo sin caer en cadenas de pensamientos automáticos. Pero la atención plena se consigue también…
- Comenzando el día fijándote en tu entorno sin pensar en las tareas del día que nos esperan.
- Prestando verdadera atención a tus interlocutores, sin estar pensando en una respuesta o adelantarse a ella.
- Caminando con consciencia plena del movimiento de tu cuerpo.
- Saboreando lentamente tu comida y bebida, centrándonos en su olor y sabor.
- Escuchando tu música favorita, ya sea para animarte o relajarte.
- Contemplando con placer un cuadro o fotografía que te guste.
- Parándote a mirar lo que te rodea y lo que ocurre a tu alrededor.
- Centrándote en una sola cosa a la vez, olvidando distracciones como móviles y correos electrónicos.
- Paseando tranquilamente.
La práctica de la atención plena se está empleando en el ámbito de la psicología positiva para tratar una gran variedad de condiciones físicas y mentales, incluyendo trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad, depresión y la adicciones. Esta práctica también está obteniendo muy buenos resultados en el ámbito educativo.
La atención plena nos ayuda a que nuestra mente no esté en el pasado ni en el futuro, sino en el presente. Con la práctica, la atención plena nos permitirá recuperar nuestro equilibrio interno, aumentar nuestra creatividad, mejorar la calidad de nuestras relaciones y a acceder a un nuevo mundo de posibilidades.
Originally posted 2018-11-04 08:06:44.