El psicólogo Christopher Peterson (1950 – 2012) -uno de los padres de la Psicología Positiva y coautor junto a Martin Seligman de la clasificación de las fortalezas de la personalidad– afirmaba que la Psicología Positiva se puede resumir simplemente en tres palabras que deberíamos tener siempre presente: “Los demás importan”.
Según Peterson, todo lo que contribuya a construir relaciones positivas entre las personas va a hacernos felices. Estas relaciones con los demás pueden ser una condición necesaria para nuestra propia felicidad. Numerosos estudios han comprobado repetidamente que la soledad contribuye enormemente a la depresión, siendo la compañía de otras personas un factor determinante para superar la tristeza. Seguramente, habrás comprobado que, generalmente, tu estado de ánimo es muy positivo cuando te encuentras en compañía de tus amigos o amigas. Esta interacción con los demás es, definitiva, una las «terapias» más efectivas para sentirnos más felices.
Algunos casos reales
El propio Peterson narraba dos casos reales muy significativos:
Nancy Makin era una mujer con un grave problema de obesidad. Cuanto más comía, peor se sentía y más comía, cayendo en un círculo vicioso del que parecía difícil salir. Estuvo durante años prácticamente sin salir de casa, con la única visita de su familia más cercana. Su hermana le regaló un ordenador y gracias a Internet y su interés en la política, Nancy comenzó a chatear con un grupo de personas y comenzó a hacer amigos, que por supuesto no la juzgaban por su apariencia.
Nancy comenzó a valorarse ya mirar hacia adelante. Ella comenzó a sentirse querida, aunque fuera por un grupo de gente a la que aún no ponía rostro. Pero estos amigos la apreciaron por su inteligencia y forma de ser. Sin dieta ni medicamentos, Nancy comenzó a perder peso. Este fue el resultado de sentirse mejor consigo misma, cosa que consiguió gracias a sus nuevos amigos.
Luke Pittard era un empleado de McDonalds que ganó una considerable suma de dinero en la Lotería Nacional. Luke siguió el guión típico del ganador de lotería: abandonó su trabajo, se compró una casa nueva, celebró una lujosa boda y se fue de vacaciones de ensueño. Sin embargo, Tras dieciocho meses de suntuoso estilo de vida, volvió a su trabajo. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: echaba de menos a sus compañeros de trabajo,
Obviamente, estas historias son personales y no son extrapolables para todo el mundo. Conocer a gente en salas de chat no es una forma garantizada de perder peso, y volver a un trabajo mal pagado no es una forma garantizada de evitar los problemas psicológicos. Pero para Nancy Makin y Luke Pittard, la buena vida que descubrieron o redescubrieron se entrelazó con las relaciones otras personas, que les proporcionaron esperanza y significado.
Todos buscamos la felicidad. Lo que estos ejemplos nos enseñan es que los demás importan. Y nosotros somos todas las otras personas que tanto importan.
Originally posted 2018-10-02 07:00:41.