¿Alguna vez te has preguntado si el alcohol afecta tu estado de ánimo? Si tu intuición siempre te ha dicho que sí estarías en el camino correcto. Una de las preguntas más frecuentes que se hacen las personas con abuso de sustancias tóxicas es :»¿El alcohol empeora mi depresión?» La respuesta corta a esta pregunta es un rotundo sí. La cruda verdad es que cualquiera que whisky, ginebra, vino, cerveza o cualquier otra bebida alcohólica será muy susceptible de experimentar un efecto negativo en su estado de ánimo.
Las mujeres tienen más del doble de probabilidades de comenzar a beber mucho si tienen un historial de depresión. Los expertos dicen que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de abusar de alcohol cuando están deprimidas.
Formas en la que el alcohol empeora la depresión
Reduce la serotonina y la norepinefrina
En consumo excesivo de alcohol puede tener un efecto negativo sobre importantes sustancias químicas que regulan nuestro estado de ánimo, como los neurotransmisores serotonina y norepinefrina. Mientras más bebamos, más tendrán que esforzarse estos neurotransmisores para lograr el equilibrio de nuestro estado de ánimo. El resultado es un continuo estado deprimido.
Reducción de los niveles de ácido fólico
Las investigaciones han demostrado que nos las personas que beben regularmente experimentan reducciones en los niveles de ácido fólico; un miembro de las vitaminas del grupo B (B-9). Es puede ser muy grave, ya que la falta de ácido fólico hace que nuestro cerebro envejezca mucho más rápido. En la misma línea, otra investigación reveló que las personas con depresión a menudo tienen graves deficiencias de ácido fólico (Cooper & Bolander-Gouaille, 2005).
Causa insomnio o hipersomnia
El consumo de alcohol interfiere claramente con el sueño, ya sea en forma de insomnio (no podemos conciliar el sueño), o hipersomnia (somnolencia excesiva). Cuanto menos durmamos, peor será la capacidad del cuerpo para repararse y fabricar los neurotransmisores que mencionamos arriba.
Deprime el cerebro y el sistema nervioso
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que actúa bloqueando las hormonas del estrés (corticotropinas), que son químicos que nuestro cuerpo libera para enfrentar situaciones difíciles. En este estado, es fácil venirse abajo mientras nos volvemos progresivamente más irritables.
Aumenta la fatiga
Beber en exceso puede hacer que nos sintamos cansados. Esto ocurre porque nuestro cuerpo está tratando de curarse a sí mismo de los efectos nocivos de la bebida.
Aumenta la ansiedad
Una de las formas en que el consumo crónico de alcohol empeora la depresión es causando que nos sintamos ansiosos. El alcohol estimula el sistema nervioso autónomo, lo que en una primera fase puede hacernos sentir más animados y ansiosos. Posteriormente, nuestro estado de ánimo caerá en picado y nos sentiremos peor que al principio.
Menos actividad física
Existen muchas líneas de investigación que prueban que el ejercicio físico nos ayuda a sentirnos, física y emocionalmente, mejor. Cuando abusamos del alcohol, puede que nos volvamos más perezosos y no nos movamos todo lo que deberíamos. A su vez, la falta de actividad física hace que una persona que ya está luchando con problemas de baja autoestima y / o problemas de la imagen corporal se sienta peor.
Provoca malnutrición
Beber empeora la depresión porque provoca déficit de nutrientes y además es menos probable que nos enfoquemos en una nutrición óptima para nuestra salud física y mental. De hecho, lo más probable es que nos dejemos llevar por comidas poco saludables porque no tenemos ni la motivación, ni la energía, ni el tiempo suficiente para invertir en elecciones más inteligentes. Sin la nutrición adecuada, nuestro estado de ánimo puede ir de mal en peor.
Aumenta el riesgo de suicidio
Cuando una persona sufre de depresión grave y abusa del alcohol, tiene un riesgo mucho mayor de intentar y tener éxito en el suicidio, ya que el alcohol aumenta la impulsividad y alterna nuestro juicio. La depresión mayor y el abuso del alcohol son los trastornos psiquiátricos más comúnmente diagnosticados en personas que intentan suicidarse. Un estudio de investigación demostró que después de la edad, el alcoholismo y las adicciones a las drogas son las razones más probables de los intentos de suicidio. El consumo excesivo de alcohol también puede hacer que los antidepresivos sean menos efectivos. Una persona diagnosticada con ambas afecciones debe ser vigilada cuidadosamente por un profesional de la salud mental para detectar dichos síntomas.
Como puedes comprobar, el alcohol y la depresión no son precisamente una buena combinación. Si padeces de depresión clínica, intenta reducir o eliminar su consumo de alcohol. A priori es tentador pensar que nos ayuda a «olvidar» los síntomas depresivos, pero en realidad los está empeorando.
Referencias
Cooper, A., & Bolander-Gouaille, C. (2005, January 1). Treatment of depression: time to consider folic acid and vitamin B12. Journal of Psychopharmacology.
Laura Manninem, Kari Poikolainen, Erkki Vartiainen, Tiina Laaitikainen; Heavy Drinking Ocassion an Depression, Alcohol and Alcoholism, Volume 41, Issue 3, 1 May 2006, Pages 293–299.
Jacob, M. (2016). Alcohol & Depression. Psych Central.
Originally posted 2018-12-29 15:19:37.