Mié. Dic 4th, 2024
Falacia coste hundido
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¿Alguna vez has terminado de mala un libro que no te gustaba simplemente porque ya habías leído la mitad? ¿O quizás has mantenido una relación que no te hacía feliz porque “han pasado tantos años juntos”? Si te identificas, no estás solo. Este comportamiento tiene un nombre: la falacia del costo hundido.

 

Este curioso sesgo psicológico ocurre cuando seguimos invirtiendo tiempo, dinero o energía en algo simplemente porque ya hemos invertido mucho en el pasado, en lugar de basarnos en el valor que esa inversión tiene para nuestro futuro.

 

 

¿Por qué caemos en esta trampa mental?

Nuestro cerebro detesta la idea de desperdiciar recursos. Si hemos invertido horas leyendo un libro, meses trabajando en un proyecto o años en una relación, nos cuesta aceptar que dejarlo atrás puede ser lo más inteligente. Sentimos que todo ese esfuerzo se perderá. Sin embargo, aquí está la clave: los recursos que ya invertiste no pueden recuperarse. Esos son los denominados «costos hundidos», pero aferrarnos a ellos no hará que valgan más.

 

Ejemplos cotidianos de la falacia del costo hundido

 

  • El mal libro: Insistimos en terminarlo porque ya hemos avanzado, aunque odiemos cada página.

 

  • La relación insatisfactoria: Nos quedamos porque “hemos pasado tanto juntos”, aunque el presente sea un constante descontento.

 

  • El proyecto fallido: Continuamos invirtiendo tiempo y dinero en algo que claramente no funciona, por miedo a «tirarlo todo por la borda».

 

¿Cómo podemos superar esta falacia?

 

  1. Cambia la pregunta: En lugar de pensar en lo que ya has invertido, pregúntate: ¿Qué ganaré si sigo adelante? Si la respuesta no te beneficia, es momento de reconsiderarlo.
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  1. Acepta las pérdidas: Admitir que algo no está funcionando no es fracaso, es inteligencia. Las pérdidas son parte del aprendizaje.

 

  1. Valora tu tiempo y energía: Tu tiempo y tu energía son recursos limitados. ¿Realmente vale la pena seguir invirtiéndolos en algo que no te hace feliz?

 

  1. Busca el valor futuro: Concéntrate en lo que esa inversión -en tiempo, dinero o esfuerzo- puede traerte mañana, no en lo que te costó ayer.

 

 

Soltar no es perder, es avanzar

Tomar decisiones basadas en el futuro, no en el pasado, es un acto de amor propio. A veces, cerrar un capítulo —ya sea un libro malo o una relación tóxica— es lo que te permite abrir otro lleno de posibilidades. Recuerda: no estás tirando todo por la borda, estás liberándote para seguir creciendo.

 

En La Vida Positiva, creemos firmemente que cada decisión es una oportunidad para elegir lo que te acerca a tu mejor versión. Así que piensa:, ¿qué vas a soltar hoy para avanzar mañana?

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Por Juanjo Ramos

Juanjo Ramos es psicólogo y escritor. Ha publicado numerosos libros y audiolibros especializados en psicología y marketing digital. También es el prolífico y reconocido autor de los libros 'Minimalismo: una vida más feliz con menos cosas', 'Superando el apego evitativo', 'Ejercicios de psicología positiva' y 'Mindfulness: aprende a disfrutar del aquí y el ahora', entre muchos otros.