El mapa no es el territorio es uno de los fundamentos en los que se basa la tecnología de la Programación Neuro Linguística (PNL), un modelo de comunicación y desarrollo personal que se centra en identificar y usar modelos de pensamiento y patrones de comportamiento de las personas. La frase, acuñada por el el lingüista polaco Alfred Korzybski en su obra Science and Sanity (1933) quiere decir, en esencia, que la interpretación de la realidad es siempre subjetiva. El origen de la frase se atribuye a la experiencia de Korybski en la Primera Guerra Mundial, cuando él, junto con su tropa, cayeron en un foso que no figuraba en los mapas.
Nuestra interpretación del mundo (el territorio) está filtrada no sólo a través de nuestros sentidos sino por la experiencia que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida. También influyen nuestros valores, creencias, educación, entorno cultural e incluso nuestro estado de ánimo. El lenguaje también tiene una vital importancia en la delimitación de nuestro mapa, ya que la palabra que da nombre a un objeto, no es el objeto en sí.
Esta interpretación personal, única e intransferible, es nuestro mapa mental, es el mapa de nuestra realidad. Cada persona tiene, por tanto, su propio mapa mental, y ve las cosas de forma diferente. Ninguno de estos mapas personales corresponde a la realidad objetiva del mundo, no son el territorio.
La realidad o territorio se interpreta de forma diferente por cada persona, por lo que por mucho que presumamos de percibir las cosas objetivamente, somos incapaces de hacerlo, ya que tenemos filtros distintos. Por ejemplo, puedes pensar que esa persona que conoces es alguien presumido y prepotente, mientras que otra persona puede considerar que es alguien con seguridad en sí mismo. Lo que para alguien tiene toda la lógica del mundo, para otros es completamente absurdo o irracional. Cada persona se mueve pues en su propio mapa, en una limitada visión de la realidad, como si la viésemos a través del ojo de una cerradura. Otro ejemplo sería pedirle a varias personas que relaten un hecho que han presenciado o una película que han visto ¿Verdad que no hay dos personas que lo cuenten igual?
Este distinto filtrado de la realidad produce desencuentros en nuestra vida cotidiana, problemas de comunicación, de conexión (¿Recuerdas las veces que has pensado que te es imposible conectar con esa persona?, o has dicho que «no tenéis química»). A mayor nivel, los diferentes mapas provocan desacuerdos que pueden conducir a conflictos graves. Sin embargo, si logramos comprender las interpretaciones que los demás pueden tener del territorio, podemos alcanzar una mejor comunicación, con todos los beneficios que ello conlleva.
Tenemos que entender que las personas toman decisiones y actúan en función de su mapa. Entender el mapa de nuestro interlocutor nos permite entender mejor sus intenciones, como «llegar mejor a ellas», dejar de discutir inútilmente o incluso influir en ellas para conseguir lo que queremos. También aprenderemos a no juzgar a las personas ni a imponerles nuestro propio mapa mental, ya que, además de ser una pérdida de tiempo (¿Habéis visto alguna vez una tertulia o debate político donde alguien consiga convencer de algo al adversario?), elllas actúan acorde a su visión de la realidad. Ampliar nuestro mapa es la única solución posible.
Si nuestro estado de ánimo es negativo o depresivo nuestros filtros quedan seriamente distorsionados, «emborronando» y limitando aún más nuestro mapa. Si ejercitamos el pensamiento positivo podremos enriquecer nuestro mapa y a expandir nuestra percepción de la realidad. Esto nos llevará a ver las cosas mucho más claramente y, sobre todo, a ver más opciones para conseguir lo que realmente queremos.
Veamos un ejemplo de cómo percibimos la realidad selectivamente. ¿Qué ves en la siguiente imagen? ¿La cara de una mujer joven o de una mujer vieja? Te aseguro que las dos están ahí.
Originally posted 2018-07-23 05:00:51.