El deporte ofrece ricas oportunidades para experimentar el Flow al plantear desafíos tanto mentales como físicos.
La experiencia del flow sigue siendo uno de los fenómenos menos comprendidos en el ámbito del deporte. Y sin embargo, es una de las experiencias más ricas y memorables que un deportista pueda conocer. Algunos llaman a este estado un «colocón» natural, mientras que otros se refieren a él como estar en «La zona«. Lo llamemos como lo llamemos, es un apasionante fenómeno que atletas, entrenadores y psicólogos deportivos han tratado de entender, aprovechar y emplear para su beneficio desde que Mihaly Csikszentmihalyi acuñó el término por primera vez a principios de los años setenta.
El fluir en el ámbito deportivo es el punto donde se encuentran la psicología del deporte y el rendimiento óptimo.
¿Alguna vez has estado tan sumamente absorto en una actividad que perdiste por completo la noción del tiempo y ni siquiera notaste que tenías hambre o sed? Seguro que te encontrabas inmerso en una actividad es desafiante, cautivadora y que ponía a prueba tus habilidades? En esas condiciones se da el estado de flow, el cual tiene un efecto beneficioso en tu bienestar . Cuando están en ese estado, las personas afirman que están más alerta, que sienten que tienen el control, que operan en el subconsciente y que están trabajando al máximo de sus capacidades.
El término fue acuñado por Csikszentmihalyi cuando comenzó a investigar el fenómeno experimentado por los pintores que estaban completamente absortos en su trabajo a expensas de las necesidades básicas y lo popularizó en su trabajo de 1990, Flow: The Psychology of Optimal Experience. Lo definió entonces como «una experiencia sumamente gratificante y óptima caracterizada por un enfoque intenso en una actividad específica hasta el punto de estar totalmente absorto en ella». Sugiere que el flow además de hacernos más felices y exitosos nos lleva a un mayor rendimiento. Cuando buscamos el flow, estamos trabajando a un nivel al máximo de nuestras capacidades, pero para mantener la experiencia de flow, nuestras tareas deben ser constantemente desafiantes, lo que resulta en el crecimiento personal y el desarrollo de habilidades.
El Flow en el deporte
La investigación sobre la participación deportiva fue parte del libro de 1975 de Csikszentmihalyi, Más allá del aburrimiento y la ansiedad. La investigación del flow y los conceptos relacionados en el deporte comenzó a hacerse evidente en la literatura de los años ochenta. En la década de 1990, los esfuerzos cuantitativos y cualitativos sistemáticos de Susan Jackson para comprender la experiencia del flow atlético llevaron a la publicación en 1999 del libro de Jackson y Csikszentmihalyi Flow en los deportes: las claves para experiencias y desempeños óptimos.
Hay una serie de elementos esenciales que crean la experiencia de flow, incluyendo:
- Objetivos claramente definidos
- Retroalimentación inmediata
- Un equilibrio entre el desafío y el nivel de habilidad (Jackson y Csíkszentmihályi, 1999)
Ya sabemos, por tanto, que el flow es un estado óptimo, en el que nos perdemos en una tarea, pero esto no significa un rendimiento óptimo. El efecto del flow sobre la preparación es claro. La ecuación de alto nivel de habilidad más alto desafío es un requisito, pero una vez que se domina un desafío, se debe ir elevando progresivamente dicho nivel de desafío si queremos mantener el flow.
Bajo esta premisa, vemos que una actividad como por ejemplo correr a un ritmo moderado y constante (sin afán competitivo ni un límite determinado de tiempo) no cumple ninguno de los requisitos para una experiencia óptima. Esto es debido a que no hay reto ni hay feedback. Sin embargo, sí se darían las condiciones para el flow en una carrera de obstáculos o en tirar a portería.
Entonces, ya seas un entrenador o un atleta de máximo nivel, está en tus manos crear el entorno idóneo para alcanzar el estado de experiencia óptima. Por ejemplo:
- Crea una tarea para un atleta que requiera dominar la habilidad particular que desea practicar, por ejemplo, atrapar un balón.
- Asegúrate de la tarea requiera un nivel de habilidad que coincida con las habilidades superiores del atleta. Si, por ejemplo, el objetivo es que un portero de balonmano entrene sus habilidades en parar el balón y para él es fácil atrapar la pelota, pídele que pare dos balones en una sucesión rápida.
- Cerciórate de que haya un objetivo de rendimiento específico que alcanzar, una vez más, que esté justo por encima de sus capacidades actuales. La retroalimentación debe ser clara e instantánea. En este caso, podría ser parar un determinado número de tiros a puerta en 60 segundos.
El flow es un estado psicológico óptimo que se produce cuando los desafíos y las habilidades están equilibrados. El enfoque total del flow y las experiencias positivas asociadas de este estado brindan una oportunidad para que las personas muevan su experiencia del promedio al óptimo. Para los deportistas esto supone alcanzar su rendimiento máximo.
Referencias bibliográficas
Csikszentmihalyi, M. (1975). Beyond boredom and anxiety. San Francisco: Jossey-Bass.
Csikszentmihalyi, M. (1990). Flow: The Psychology of Optimal Experience. Harper & Row.
Jackson, S. A., & Csikszentmihalyi, M. (1999). Flow in sports: The keys to optimal experiences and performances. Champaign, IL: Human Kinetics.
Jackson, S. A. (1996). Toward a conceptual understanding of the flow experience in elite athletes. Research Quarterly for Exercise and Sport, 67, 76–90.
Jackson, S. A., & Eklund, R. C. (2002). Assessing flow in physical activity: The FSS-2 and DFS-2. Journal of Sport & Exercise Psychology, 24, 133–150.
Originally posted 2019-06-07 15:05:25.