Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento. Hipócrates
En la depresión influyen factores psicológicos y ambientales, pero no debemos olvidar los puramente biológicos. Como ya sabía el padre de la medicina, la mera deficiencia de ciertas vitaminas puede influir claramente en los desórdenes emocionales, por lo que la nutrición se puede convertir en una de nuestros mejores aliadas para prevenir trastornos como ansiedad o depresión, pero si no comemos correctamente también puede sabotear nuestro equilibrio psicológico. Además de fuertes evidencias que relacionan el consumo de azúcar con la obesidad, la diabetes y las enfermedades inflamatorias, ya desde el influyente libro publicado en 1.974 The Sugar Blues, de William Duffy, se comenzó a evidenciar la influencia del consumo de azúcar y carbohidratos refinados (que tu cuerpo trata igualmente como azúcar) en el estado anímico. En el libro, Duffy afirma que:
«El azúcar refinada es mortal para el ser humano porque sólo proporciona lo que los especialistas en nutrición describen como calorías vacías… Además, el azúcar drena y extrae las preciosas vitaminas y minerales del cuerpo por las demandas que su digestión, desintoxicación y metabolismo producen sobre todo el organismo». «Los niveles de azúcar demasiado altos en sangre (hiperglucemia) es uno de los síntomas de la diabetes. Si el páncreas funciona como debería, producirá suficiente insulina para eliminar el exceso de glucosa de nuestro torrente sanguíneo con una eficacia sorprendente. Pero la gran producción de insulina no puede detenerse en el mismo momento en que el azúcar deja de llegar al torrente sanguíneo. Demasiada insulina provocará una caída demasiado rápida del nivel de glucosa en la sangre. Esto se llama hipoglucemia, y los síntomas pueden incluir depresión, mareos, episodios de llanto, agresión, insomnio, debilidad e incluso pérdida del conocimiento».
Un estudio publicado en el British Journal of Psychiatry demostró que, además de causar desequilibrios de insulina y azúcar en la sangre, los carbohidratos refinados y los azúcares consumen las vitaminas del grupo B que necesitamos para mantener un buen estado de ánimo. En dicho estudio, 3.500 participantes de mediana edad recibieron una dieta de alimentos naturales (muchas verduras, frutas y pescado) o una dieta de alimentos procesados (cargados de postres, fritos y cereales refinados) . Cinco años más tarde, el grupo que tomó los alimentos procesados tuvo un 58 por ciento más de riesgo de depresión, mientras que el grupo de alimentos natuales tuvo un 26 por ciento menos de riesgo de depresión. Los alimentos adecuados parecen ser capaces de proteger a una persona, en cierta medida, de desarrollar un trastorno del estado de ánimo. En su libro The Ultramind Solution, el doctor Mark Hyman expone lo siguiente:
«No hay controversia científica … El azúcar causa inflamación. Las células de grasa resistentes a la insulina que usted empaca cuando come demasiada azúcar producen desagradables mensajes inflamatorios (citocinas) … extendiendo su daño al cerebro. De hecho, los investigadores han sugerido llamar a la depresión «síndrome metabólico tipo II» porque en lugar de tener un vientre hinchado de grasa, también se obtiene un cerebro hinchado (y deprimido)… Los psiquiatras están empezando a tratar la depresión y los trastornos psiquiátricos con medicamentos antidiabéticos. Estos medicamentos reducen el azúcar en la sangre, reducen la insulina y reducen la inflamación «.
En un interesante artículo sobre la depresión publicado por la clínica FoodForTheBraing.org, exponen que los desequilibrios del nivel de azúcar en la sangre suele ser el factor más importante en los trastornos del estado de ánimo entre sus pacientes. En el artículo podemos leer que:
«Comer mucho azúcar te dará picos y valles repentinos en la cantidad de glucosa en tu sangre; los síntomas de que esto está sucediendo incluyen fatiga, irritabilidad, mareos, insomnio, sudoración excesiva (especialmente por la noche), falta de concentración y olvido, sed excesiva, depresión y episodios de llanto, trastornos digestivos y visión borrosa. Dado que el cerebro depende de un suministro uniforme de glucosa, no es sorprendente encontrar que el azúcar ha estado implicado en el comportamiento agresivo, la ansiedad y la depresión, y la fatiga «.
Otro reciente estudio publicado en 2017 encontró también un efecto adverso de la ingesta de azúcar y bebidas azucaradas en la salud psicológica a largo plazo y sugiere que una menor ingesta de azúcar puede estar asociada con una mejor salud psicológica. Está claro que la industria alimentaria y los diversos lobbies interesados hace todos los esfuerzos posibles por desacreditar el vínculo entre el azúcar y numerosas enfermedades; sin embargo, como dice el Dr. Hyman no hay controversia posible. La evidencia esta ahí desde hace mucho tiempo.
Referencias bibliográficas
Akbaraly, T., Brunner, E., Ferrie, J., Marmot, M., Kivimaki, M., & Singh-Manoux, A. (2009). Dietary pattern and depressive symptoms in middle age. British Journal of Psychiatry, 195(5), 408-413. doi:10.1192/bjp.bp.108.058925.
Dufty, Williams (1975). «Sugar Blues.» Editorial: Grand Central Publishing.
Fobbester, D et al., Optimum Nutrition UK survey, October 2004.
Hyman, Mark. M.D. (2009). «The UltraMind Solution: Fix Your Broken Brain by Healing Your Body First.» Editorial: Scribner.
Originally posted 2018-11-18 10:59:29.