En el apasionante ámbito de la Psicología Positiva encontramos el término ‘Savoring‘ o ‘saborear‘, descrito por el modelo creado por los profesores de psicología Fred Bryant y Joseph Veroff como «notar y apreciar los aspectos positivos de la vida» -que es lo opuesto a sobrellevar-. Saborear es más que placer, también involucra la atención plena y la»atención consciente a la experiencia del placer».
¿Qué significa saborear en un sentido positivo? Imagina por un momento una noche fría y húmeda en la que alguien acaba de darte una taza caliente de chocolate caliente. En ese momento hueles el aroma del chocolate, permitiendo que el vapor caliente tu nariz mientras el olor despierta suavemente tus sentidos. Sientes como la taza calienta tus manos, y mientras miras a tu alrededor ves a tus amigos y familiares haciéndote compañía. Es un momento en el que te sientes feliz y satisfecho. Es un momento que puedes recordar años después con todo detalle: la ropa que llevabas puesta, el olor del chocolate, las caras de las personas que te acompañaban… La razón por la que eres capaz de recordar esos detalles de forma tan vívida es porque saboreaste la experiencia a través de una interacción profunda con los sentidos y el entorno. Lo que ocurrió es que tu mente capturó automáticamente una especie de fotografía y la almacenó por ti. Cuando nos involucramos en niveles más profundos, asignamos significado e importancia a un recuerdo que luego puede recordarse muy vivamente, como si estuviésemos reviviendo el momento.
¿Pero cómo podemos aprender a saborear esos preciados momentos y usarlos en nuestro beneficio? Fred Bryant y Joseph Veroff afirman que lo que se necesita para saborear una experiencia de una manera positiva es involucrarse plenamente en la experiencia y estar atento de manera consciente y completa a cada detalle que puedas asimilar y apreciar. Esto puede suceder en el momento en el que filtramos el «ruido» que nos rodea (la velocidad de la vida moderna nos impide muchas veces saborear el presente) y nos maravillamos de estar vivos; por ejemplo, cuando tengo un rato de diversión con un amigo que no hemos visto en mucho tiempo, o para maravillarnos ante la naturaleza.
Según estos autores, las cinco técnicas que favorecen el disfrute son:
- Compartir con otras personas: Comparte tus mejores experiencias y recuerdos con otras personas.
- Guardarlo en la memoria: Toma fotografías mentales o guarda algún recuerdo físico de tus momentos favoritos.
- Autoelogio: No escatimes en elogios hacia tu persona. Habla bien de ti, resaltado todas tus virtudes
- Agudizar la percepción: Céntrate en algunos elementos y obvia otros. Por ejemplo, cierra los ojos mientras oyes música.
- Ensimismamiento: Permanece absorto intentando sentir, pero sin pensar.
El Dr. Martin Seligman sugiere que la felicidad se fundamenta en gran medida en la atención plena y el savoring, describiendo el saborear como la conciencia del placer tal como ocurre y la atención consciente a la experiencia derivada de ese placer. Estas experiencias, profundamente encerradas, pueden recordarse para evocar las emociones y los sentimientos que experimentamos anteriormente. Nuestra mente recupera así las vistas, los sonidos, los sabores, los olores y los sentimientos. Podemos saborear la experiencia y guardar los beneficios del savoring para un momento posterior.
En su libro, ‘La auténtica felicidad‘, Seligman anima a todas las personas a practicar este saboreo intenso en una actividad práctica denominada»Diseñar el día perfecto«.
- Describe cómo sería tu día perfecto
- Diseña, por escrito, lo que harás, hora a hora, en las 24 horas de ese día
- Elige una fecha y resérvate un día libre pare realizar tus placeres favoritos. Ese día, practica las técnicas de savouring comentadas más arriba.
Originally posted 2018-12-10 01:00:13.