Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto. – Henry Ford.
En la Programación Neurolingüística una creencia limitante es un pensamiento o decisión que tomamos sobre nosotros mismos y / o nuestro modelo del mundo que limita la forma en que vivimos. Esa creencia limitante estará dentro del sistema dentro de nuestro mundo interno, por lo tanto moldeará nuestras respuestas al mundo externo y las oportunidades que nos rodean.
El lenguaje proporciona una visión de nuestro sistema de creencias. Si existe una creencia limitante en el sistema, habrá una declaración de causa y efecto en nuestro lenguaje. Aquí hay algunos ejemplos de declaraciones de causa y efecto que son creencias limitantes:
Como no tuve una buena educación, no puedo aspirar a la carrera o al trabajo que quiero.
Soy muy mal estudiante.
Soy muy malo en las entrevistas de trabajo.
Debido a que fui engañado, ya no puedo volver a confiar en nadie.
Como no tuve suficiente amor de niño, ya no puedo expresar ni recibir amor.
Como tengo menos experiencia que mis compañeros, no puedo ganar suficientes clientes.
Soy incapaz de ganar dinero.
Independientemente del contenido de la creencia, una creencia limitante es una causa y efecto que nos bloquea, nos impide obtener algo que deseamos o necesitamos. Es como una pesada cadena que inconscientemente llevamos atada a nuestro pie. Las creencias limitantes no son otra cosa que generalizaciones que hemos internalizado, y que tienen un impacto muy negativo en lo que hacemos o dejamos de hacer.
- Si creemos que podemos, probablemente lo haremos.
- Si creemos que no podemos, es probable que ni siquiera lo intentemos, o lo intentemos con una actitud de apatía y abatimiento.
Algunas creencias son un mero hábito mental, sin ninguna evidencia real que las respalde. Esto es natural, y todos, hasta los más escépticos, tienen alguna creencia de ese tipo. Una de las cualidades realmente interesantes de las creencias es que podemos mantenerlas en un nivel profundo. Damos por hecho que son «verdaderas» y no nos damos cuenta de cómo afectan a lo que hacemos (y lo que es peor, a lo que no hacemos). Incluso podemos tener las creencias limitantes arraigadas de tal modo que, si alguien se atreviera a cuestionarlas, nos molestaría profundamente.
Tus creencias limitantes pueden manifestarse de múltiples formas:
- Cuando pones excusas para todo.
- Cuando te quejas de las cosas.
- Cuando te entregas a pensamientos negativos.
- Cuando te entregas a hábitos inútiles.
- Cuando hablas contigo de manera inútil y limitante.
- Cuando saltas a conclusiones y / o haces suposiciones precipitadas.
- Cuando te preocupas por el fracaso o por cometer errores.
- Cuando te preocupas en exceso sin ninguna razón aparente.
- Cuando piensas en procastinar.
Nos bombardean alrededor de 11 millones de bits de información por segundo y es difícil procesar tal cantidad de información de manera consciente. Ejecutamos esa información a través de nuestros filtros internos. Esto significa que lo que sucede fuera de nosotros es puramente subjetiva. Es la forma en que interpretamos los eventos, según nuestros propios filtros. La forma en que «vemos» ese evento y determina lo que significa para nosotros. Sin embargo, otra persona podrá obtener un significado completamente diferente del mismo evento. Algunas personas pierden sus empleos y se deprimen, otras deciden hacer algo diferente y se vuelven muy exitosas. El mismo evento produce 2 resultados diferentes.
Cómo podemos cambiar las creencias limitantes
Podemos neutralizar estas creencias tan nocivas para nuestra vida abordando el efecto de dichas creencias. Si creo que no puedo tener éxito porque no soy lo suficientemente inteligente, y el efecto de esa creencia es que no comienzo a intentarlo siquiera, si tomamos medidas para comenzar cualquier proyecto y tomar conciencia de que, efectivamente, podemos avanzar, nuestra creencia comenzará a cambiar gracias a los hechos. Nos daremos cuenta de que la creencia es irracional, lo que iniciará el proceso de cambio de debilitamiento o cambio de la creencia. Cuando hayamos debilitado la antigua creencia, tendremos que reemplazarla con una creencia positiva y útil que se ajuste a lo que somos o queremos ser. Además de que una creencia sea útil o no, el grado en que la creemos marca una gran diferencia. Es útil creer algunas cosas con absoluta certeza.
La PNL nos va a ayudar a cambiar nuestro sistema de creencias. Algunos ejercicios útiles en este sentido son:
El Círculo de Excelencia
Este es un ejercicio muy efectivo de cambio de creencias en el que tenemos que entrar en un círculo imaginario en el suelo. Cuando entras en el círculo, imaginas tener una creencia realmente útil e imaginas qué cambios, por pequeños que sean, ocurren en tu vida cuando tienes esa creencia.
Cambia tus declaraciones de creencias negativas del tiempo verbal presente al pasado
Cuando piensas o dices una creencia en tiempo presente («Soy nefasto haciendo este trabajo», «Soy muy desordenado»), tu mente lo asume como una realidad. Sin embargo, si enuncias la creencia en pasado («He sido nefasto haciendo este trabajo, pero ahora soy el mejor «, «Antes era muy desordenado, pero ahora soy mucho más ordenado»), tu cerebro entiendo que es algo que ya pasó, y que estás en un periodo de transición en el que nuevas posibilidades se abren ante ti. Aunque estas las afirmaciones en pasado no parezcan del todo reales para ti, este simple cambio del tiempo verbal es algo que impulsará la modificación de tus creencias y tu realidad.
El Meta Modelo
El Meta Modelo es una de las herramientas de lenguaje más útiles en la PNL. Es simple y efectiva para llegar a la esencia de nuestras creencias y revelar nuestros prejuicios. La primera fase es detectar los denominados operadores modales de necesidad e imposibilidad. Algunas de las frases y palabras comunes que forman los“Operadores Modales de Necesidad e Imposibilidad” son:
- Necesidad: «Tengo que», «debo», «debería», «requerido», etc.
- Imposibilidad: «no se puede», «imposible», etc.
Se trata de reconocer comandos ocultos (y con frecuencia injustificados) en el lenguaje cotidiano que, si no son detectados, limitarán nuestras opciones y nuestra realidad.
Un ejemplo claro es la voz interna que muchas personas tienen que les dicen » ¡No puedes hacer eso!» Si bien en algunos casos poco realistas esto puede ser cierto, en otros se trata de una frase ciertamente gratuita que conviene poner en duda. «¿No puedo hacer eso de acuerdo con quién? o «¿Qué pasaría si lo hiciera?».
Si alguien que tiene que hablar en público oye una voz interior que le dice que no puede hacerlo o que lo hara mál (la fuente del problema vendrá probablemente de algún incidente aislado en el pasado que la persona ha generalizado), tendrá que desafiar a esta voz, con otra frase que diga «¿Quién dijo que yo no podía?» «Eso fue antes, ahora puedo hacerlo».
Practica la detección de estos «no puedes» o «debes» en las conversaciones o escritos de otras personas y comenzarás a reconocer fácilmente estos comandos en ti mismo.
Una respuesta para palabras de necesidad sería «¿Qué pasaría si hiciera / no hiciera?» Esto obtiene información sobre las consecuencias proyectadas.
Para las palabras de imposibilidad podríamos respondernos con “¿Qué pasaría si pudieras?” Esto nos hace visualizar la posibilidad futura. “¿Cómo sería si pudieras?” Esto nos lleva estado futuro deseado. “¿Qué te detiene?” Esta pregunta obtiene información sobre obstáculos pasados o presentes.
Aplicar estas herramientas de lenguaje a tu propio diálogo interno te hará descubrir las creencias que has estado manteniendo y que te están frenando. El simple hecho de cuestionar esas afirmaciones imperativas te harán dejarlas atrás.
Originally posted 2019-02-11 10:14:55.