El tantra yoga es una forma de aplicar el tantra a través de ejercicios corporales, respiratorios y meditativos que nos permiten conectar con nuestra esencia y con la de los demás. El tantra yoga nos ayuda a liberarnos de las tensiones, los bloqueos y los miedos que nos impiden vivir plenamente. El tantra yoga también mejora nuestras relaciones, ya que nos enseña a comunicarnos mejor, a respetar al otro y a experimentar el amor incondicional.
Para practicar el tantra yoga se necesita tener una actitud abierta, curiosa y respetuosa, tanto con uno mismo como con la pareja o el grupo. Se recomienda crear un ambiente tranquilo, cómodo y armonioso, con luz tenue, velas, incienso o música suave. Se puede empezar con una meditación o una oración para centrarse en el presente y en la intención de la práctica. Luego se pueden realizar diferentes ejercicios, como:
Asanas
Son posturas físicas que ayudan a estirar, fortalecer y relajar el cuerpo. Algunas asanas son específicas para el tantra yoga, como el loto, el arco o la cobra. Otras son comunes al hatha yoga o al kundalini yoga, como el perro boca abajo, el guerrero o el puente. Lo importante es hacer las asanas con conciencia, respirando profundamente y sintiendo las sensaciones que se producen en cada parte del cuerpo.
Pranayamas
Son técnicas de respiración que ayudan a regular la energía vital (prana) y a equilibrar los centros energéticos (chakras). Algunos pranayamas son específicos para el tantra yoga, como la respiración alternada por las fosas nasales (nadi shodhana), la respiración de fuego (kapalabhati) o la respiración del éxtasis (ananda pranayama). Otras son comunes al hatha yoga o al kundalini yoga, como la respiración abdominal, la respiración completa o la respiración de la abeja (bhramari). Lo importante es hacer los pranayamas con conciencia, siguiendo un ritmo adecuado y sintiendo cómo se expande y se contrae el pecho y el abdomen.
Los pranayamas tienen múltiples beneficios para la salud, la mente y el espíritu. Para practicar los pranayamas, se necesita tener una actitud de calma y atención, y seguir algunas pautas básicas:
- Elegir un pranayama adecuado para el propósito o la intención que se busca. Por ejemplo, si se quiere purificar el cuerpo y la mente, se puede usar la respiración alternada por las fosas nasales (nadi shodhana), que se hace así: se tapa la fosa nasal derecha con el pulgar derecho y se inhala por la izquierda, se tapa la fosa nasal izquierda con el dedo anular derecho y se exhala por la derecha, se inhala por la derecha, se tapa la derecha y se exhala por la izquierda. Se repite este ciclo varias veces. Si se quiere activar el fuego interno y eliminar toxinas, se puede usar la respiración de fuego (kapalabhati), que se hace así: se inhala profundamente por ambas fosas nasales, se contrae el abdomen y se exhala con fuerza por ambas fosas nasales, se relaja el abdomen y se deja que el aire entre solo, se vuelve a contraer el abdomen y a exhalar con fuerza. Se repite este ciclo varias veces.
- Practicar el pranayama con una respiración correcta y fluida, respetando los tiempos y las pausas.
- Practicar el pranayama un número determinado de veces, según la tradición o la preferencia personal. Se puede usar un rosario o un contador para llevar la cuenta. Algunos números habituales son 9, 27, 54, 108 o 1008 veces.
- Practicar el pranayama en un lugar tranquilo y limpio, preferiblemente al amanecer o al atardecer, cuando la energía es más propicia. Se puede crear un ambiente sagrado con velas, incienso, flores o imágenes de la divinidad asociada al pranayama.
- Practicar el pranayama con concentración y atención plena, evitando distracciones o pensamientos negativos. Se puede visualizar el color o la forma del chakra asociado al pranayama, o simplemente sentir cómo fluye el prana por el cuerpo y por el espacio.
- Practicar el pranayama con amor y gratitud, dedicando los beneficios de la práctica a uno mismo y a todos los seres. Se puede terminar si se desea con una oración o una reverencia a la divinidad asociada al pranayama.
Mudras
Son gestos simbólicos que se hacen con las manos, los dedos, los ojos o la lengua para activar o canalizar la energía. Algunos mudras son específicos para el tantra yoga, como el mudra del corazón (hridaya mudra), el mudra del loto (padma mudra) o el mudra de la unión (yab yum mudra). Otros son comunes al hatha yoga o al kundalini yoga, como el mudra del conocimiento (gyan mudra), el mudra del sol (surya mudra) o el mudra de la fuerza vital (prana mudra). Lo importante es hacer los mudras con conciencia, manteniendo una presión suave y sintiendo cómo se activan los puntos energéticos de las manos.
Para practicar los mudras, se necesita tener una actitud de calma y atención, y seguir algunas pautas básicas:
- Elegir un mudra adecuado para el propósito o la intención que se busca. Por ejemplo, si se quiere aumentar la vitalidad y la energía de la vida, se puede usar el mudra del sol (surya mudra), que se hace así: se dobla el dedo anular y se presiona con el pulgar, mientras se mantienen los otros dedos extendidos. Si se quiere mejorar la comunicación y la intuición, se puede usar el mudra de la sabiduría (buddi mudra), que se hace así: se toca la punta del dedo meñique con el pulgar, mientras se mantienen los otros dedos extendidos.
- Hacer el mudra con una presión suave y constante, sin forzar ni tensar las manos. Se puede consultar una fuente fiable o un maestro para aprender la forma correcta de hacer el mudra.
- Mantener el mudra el tiempo necesario, según la tradición o la preferencia personal. Se puede usar un reloj o un cronómetro para llevar la cuenta. Algunos tiempos habituales son 3, 5, 10 o 15 minutos.
- Hacer el mudra en un lugar tranquilo y limpio, preferiblemente al amanecer o al atardecer, cuando la energía es más propicia. Se puede crear un ambiente sagrado con velas, incienso, flores o imágenes de la divinidad asociada al mudra.
- Hacer el mudra con concentración y atención plena, evitando distracciones o pensamientos negativos. Se puede visualizar el color o la forma de la divinidad asociada al mudra, o simplemente sentir cómo se activa el punto energético de las manos.
- Practicar el mudra con amor y gratitud, dedicando los beneficios de la práctica a uno mismo y a todos los seres vivos.
Mantras
Son sonidos sagrados que se repiten mentalmente o en voz alta para crear vibraciones positivas y armonizar la mente. Algunos mantras son específicos para el tantra yoga, como el mantra del amor (kam gayatri mantra), el mantra de la compasión (karuna mantra) o el mantra de la dicha (ananda mantra). Otros son comunes al hatha yoga o al kundalini yoga, como el mantra universal (om), el mantra de la creación (om namah shivaya) o el mantra de la iluminación (om mani padme hum). Lo importante es hacer los mantras con conciencia, pronunciando correctamente cada sílaba y sintiendo cómo resuenan en el cuerpo y en el espacio.
Para practicar correctamente los mantras, se necesita seguir algunas pautas básicas:
- Elegir un mantra adecuado para el propósito o la intención que se busca. Por ejemplo, si se quiere atraer el amor, se puede usar el mantra del amor (kam gayatri mantra), que se pronuncia así: ‘Om klim kamadevaya vidmahe pushpabanaya dhimahi tanno ananga prachodayat’. Si se quiere desarrollar la compasión, se puede usar el mantra de la compasión (karuna mantra), que se pronuncia así: ‘Om mani padme hum’.
- Repetir el mantra con una pronunciación correcta y clara, respetando las sílabas y los acentos. Se puede consultar una fuente fiable o un maestro para aprender la forma correcta de decir el mantra.
- Repetir el mantra un número determinado de veces, según la tradición o la preferencia personal. Se puede usar un rosario o un contador para llevar la cuenta. Algunos números habituales son 9, 27, 54, 108 o 1008 veces.
- Repetir el mantra en un lugar tranquilo, ordenado y limpio, preferiblemente al amanecer o al atardecer, cuando la energía es más propicia. Se puede crear un ambiente sagrado con velas, incienso, flores o imágenes de la divinidad asociada al mantra.
- Repetir el mantra con concentración y atención plena, evitando distracciones o pensamientos negativos. Se puede visualizar la forma o el color de la divinidad asociada al mantra, o simplemente sentir la vibración del sonido en el cuerpo y en el espacio.
- Repetir el mantra con amor y gratitud, dedicando los beneficios de la práctica a uno mismo y a todos los seres. Se puede terminar con una oración o una reverencia a la divinidad asociada al mantra.
Estos son algunos ejemplos de ejercicios que se pueden hacer en el tantra yoga, pero existen muchos más. Lo esencial es seguir la intuición y el sentir de cada uno, y adaptar la práctica a las necesidades y al nivel de cada persona. El tantra yoga no es una práctica rígida ni dogmática, sino flexible y creativa. El objetivo no es alcanzar un resultado externo, sino disfrutar del proceso interno. El tantra yoga no es una práctica egoísta ni hedonista, sino altruista y trascendente. El tantra yoga no es una práctica aislada ni individualista, sino integrada y colectiva. Es una práctica que nos invita a vivir con más plenitud, más amor y más conciencia. Es una práctica que nos conecta con nuestra esencia y con la de los demás. Es una práctica que, en definitiva, nos transforma y nos libera
Originally posted 2023-08-03 19:03:02.