Todos sabemos que lo que la gente dice no es necesariamente lo que está pensando. Lo cierto es que, con un poco de práctica, es relativamente sencillo detectar cuándo nuestro interlocutor (o incluso una persona que estemos viendo por televisión) no está siendo completamente sincero con nosotros. La clave para cazar al vuelo las mentiras no es otra que detectar las contradicciones entre el lenguaje verbal y no verbal. Hemos de tener en cuenta que hasta el 93 % de la comunicación se hace a través de señales no verbales.
Existe bastante consenso entre la mayoría de investigadores en cuanto a la naturaleza de los gestos que reflejan falta de sinceridad y/o elaboración de engaño. Cuando el mentiroso realmente cree sus propias mentiras (autoengaño), es muchísimo más difícil la detección de las mismas, ya que no existe contradicción entre las emociones asociadas a sus gestos y expresiones.
La lectura de los gestos no ha de hacerse de forma aislada, sino en conjunción con las señales verbales (lo que se dice) y la postura corporal, para así detectar rápidamente las posibles incongruencias. También es muy importante observar el contexto donde se produce la comunicación.
- Llevarse las manos al rostro o a determinadas partes del mismo: Llevarse las manos a la cara, especialmente a la boca, nariz y ojos mientras la persona habla, puede ser, siempre según el contexto y el conjunto global de conductas no verbales, gestos que delatan una mentira. Llevarse uno o varios dedos a los labios mientras nuestro interlocutor habla puede denotar una orden del subconsciente de la persona para evitar que las mentiras se verbalicen. También puede ser que la persona se tape la boca con toda la mano, si bien es menos habitual. Sin embargo, los dedos en la barbilla no significan mentira, sino evaluación crítica o toma de decisiones. Los niños pequeños suelen llevarse una o las dos manos a la boca tras decir una mentira. Tocarse la nariz, ya sea de manera fugaz, ya sea como rascado de un picor, también es un gesto clásico que denota un posible engaño, especialmente si de da con otro conjunto de signos como rubor o sudoración. Frotarse o taparse un ojo también delata nerviosismo posible engaño. Pero cuidado, a veces, todos estos gestos de llevarse la mano al rostro denotan no falsedad per se, sino nerviosismo o inseguridad sobre lo que se dice o se piensa hacer.
- Rascarse la cabeza: Puede significar mentira, pero también incertidumbre, inseguridad u olvido.
- Sonrisa falsa o forzada: Una sonrisa auténtica es simétrica y provoca pequeñas arrugas de expresión, mientras que la risa sincera es aquella que muestra los dientes. Por el contrario, las sonrisas o risas forzadas o falsas son aquellas que no provocan arrugas de expresión en torno a los ojos. Este tipo de sonrisas forzadas son asimétricas (de medio lado o media sonrisa) y muestran poca voluntad de sinceridad por parte de la persona. Si se da conjuntamente con uno o más «gestos delatores» tendremos bastante certeza de que nos están mintiendo. Las sonrisas tensas que se forman apretando los labios y escondiendo los dientes también suele implicar que la persona oculta alguna información. Torcer la comisura de los labios mientras se dice algo puede interpretarse también como una señal de mentira.
- Encogimiento de hombros: Puede indicar ignorancia, incertidumbre o duda sobre un tema en particular, pero también denota mentira si detectamos una incongruencia con la información verbal.
- Puños cerrados: Mientras que las manos abiertas con las palmas hacia arriba muestran una actitud abierta y sincera (honestidad), los puños cerrados denotan la intención de ocultar algo. El gesto de puño cerrada denota también agresividad.
- Desvío de la mirada: Este gesto es especialmente importante si se produce de manera repetida y en el justo momento en que la persona está verbalizando la información relevante. Sin embargo, hemos de tener cuidado con posibles malinterpretaciones, ya que el desvió frecuente de la mirada también significa aburrimiento o desinterés. Como en el resto de gestos, será necesario evaluar los gestos en su conjunto y no sólo la mirada.
- Mirada excesivamente fija y prolongada: Es el gesto empleado por los mentirosos profesionales, ya que de esta forma esperan no ser descubiertos. Si la mirada prolongada va acompañada de la dilatación de las pupilas no significa mentira, sino interés.
- Esconder las manos en los bolsillos: Se oculta alguna cosa. Otra variante es ocultar las manos detrás de la espalda, gesto este último muy frecuente en los niños.
- Cara de póker/contención gestual: Hay que prestar especial atención a la cara de póker y contención gestual excesiva. Un hieratismo poco natural puede ser el resultado de intentar no auto-delatarse con los gestos, si bien los microgestos y microexpresiones continuarían descubriendo al mentiroso.
- Dilatación de la pupila y parpadeo: El tamaño de las pupilas, regulado por el sistema nervioso autónomo, refleja nuestro estado emocional, dilatándose con la excitación. La pupila dilatada refleja, -bajo una iluminación ambiental sin cambios- la existencia de una emoción subyacente. Es complicado conocer la emoción real que produce la dilatación de la pupila, pero si va unida a un parpadeo inusualmente rápido y a otras señales no verbales puede denotar mentira.
- Microgestos o microexpresiones: Los microgestos son expresiones emocionales automáticas e involuntarias que se dan en el rostro, los cuales nos transmiten valiosa información por partida doble: por un lado, lo que el mentiroso quiere mostrar; por el otro, lo que quiere ocultar. Los microgestos duran apenas una pequeña fracción (décimas de segundo) de lo que duraría la misma expresión en condiciones normales. Aunque la persona inhiba o fuerce sus macrogestos para ocultar su mentira, sus microgestos o microexpresiones seguirían traicionándole, aunque son no son fáciles de percibir a simple vista, aunque algunas personas parecen más dotada que otras para detectarlas.
VÍDEO: CÓMO DETECTAR A UN MENTIROSO EN 5 MINUTOS
Originally posted 2018-09-03 17:59:20.