La felicidad no es concepto abstracto ni etéreo. Es un «músculo» que se puede entrenar y desarrollar. La felicidad, como ya sabemos, no es sólo la ausencia de enfermedades físicas o mentales, es un sentido de bienestar emocional que nos indica nuestra satisfacción con la vida.
El psicólogo Michael W. Fordyce realizó diversos estudios para descubrir programas de intervención psicoeducativos que incrementaran la felicidad personal. Fordyce comparó la eficacia de tres programas:
- Un programa educativo en el que los sujetos tenían que leer un libro sobre psicología de la felicidad, tomar notas y usar esa información como ayuda a incrementar su propia felicidad.
- un segundo programa (denominado el programa de fundamentales) en el que los sujetos además de recibir educación sobre la felicidad, recibieron instrucciones más concretas para realizar una serie de actividades diarias que tenían como objetivo incrementar su bienestar emocional.
- Un tercer programa (el programa de actividades) en el que, sin recibir ningún tipo de información sobre la felicidad, los sujetos tenían que elaborar una lista de diez o más actividades que normalmente les hacía felices y que en teoría podían realizar casi todos los días, pero a las que no les habían dedicado tiempo suficiente para hacerlas. Los participantes del estudio tenían que seleccionar y realizar al menos tres actividades de su lista personalizada.
Los resultados obtenidos tras la intervención y registro de los resultados demostraron que tanto el programa de fundamentales como el programa de actividades condujeron a un gran incremento en las puntuaciones de los criterios de felicidad, siendo las más altas las obtenidas por los participantes en el programa de fundamentales, es decir, el que aunaba teoría y práctica.
A partir de toda esta información, Fordyce elaboró un programa de actividades -al que llamó Programa de los 14 fundamentales– cuyo objetivo es incrementar la felicidad personal. El programa de las 14 actividades fundamentales que incrementarán nuestro bienestar son las siguientes:
- Ser más activo y mantenerse ocupado.
- Pasar más tiempo socializando y realizando actividades fuera de casa.
- Ser más organizado y planificar las cosas.
- Desarrollar el pensamiento positivo.
- Suprimir los sentimientos negativos.
- Trabajar por tener una personalidad saludable.
- Vivir de manera auténtica, siendo uno mismo.
- Vivir más el presente.
- Ser productivo en un trabajo significativo.
- Ajustar las aspiraciones y expectativas.
- Dejar de preocuparse.
- Desarrollar una personalidad más extrovertida y social.
- Cultivar las relaciones cercanas (probablemente, la más importante de esta lista).
- Establecer la felicidad como la prioridad número uno en la vida.
Este programa actividades ha sido aplicado con éxito tanto en pacientes saludables como en otros con diferentes trastornos. En este sentido son significativos los resultados obtenidos con la aplicación del programa en mujeres con depresión postparto.
Fordyce demostró con sus investigaciones que la aplicación diaria y práctica de estas actividades fundamentales tiene un gran y positivo efecto en la toma de consciencia de las personas para graduar su propio bienestar, lo que demuestra que la felicidad se puede entrenar y desarrollar. Sin embargo, hay otra conclusión importante que podemos extraer de los estudios de Fordyce: la felicidad no se consigue solamente leyendo libros ni artículos como éste, sino que es necesario pasar a la acción, buscándola y estableciéndola como la principal meta de nuestra vida. Teoría y práctica.
Originally posted 2018-09-22 19:59:06.