7 técnicas de comunicación asertiva

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La comunicación asertiva es la capacidad de expresar ideas y sentimientos positivos y negativos de manera abierta, honesta y directa. Este estilo de comunicación posee grandes beneficios:

Reconoce nuestros derechos respetando los de los demás
Nos permite asumir la responsabilidad por nosotros mismos y nuestras acciones sin juzgar o culpar a otras personas.
Nos permite enfrentarnos de manera constructiva y encontrar una solución mutuamente satisfactoria a un conflicto.
La asertividad nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.
La asertividad conduce al desarrollo del respeto mutuo con los demás.
La asertividad aumenta nuestra autoestima.
La asertividad nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos.
La asertividad minimiza el daño y la alienación a otras personas.
La asertividad reduce la ansiedad.
La asertividad nos protege de ser manipulados por otros.
La asertividad nos permite tomar decisiones y elecciones libres en nuestra vida.
La asertividad nos permite expresar, tanto verbalmente como no verbalmente, una amplia gama de sentimientos y pensamientos, tanto positivos como negativos.

Otras personas pueden no aprobar este estilo de comunicación, o pueden no aprobar tus puntos de vista. Hay que tener en cuenta que respetar los derechos de otra persona no significa que siempre vas a conseguir lo que queremos. Mediante el estilo de comunicación asertiva también podemos descubrir que nos equivocamos respecto a un punto de vista que defendimos. Existe el riesgo de que otros no entiendan ni acepten este estilo de comunicación.

Los 3 estilos de comunicación (y por qué el asertivo es decididamente el mejor)

Existen 3 tipos principales de comunicación: pasiva, agresiva y asertiva.

En cada conversación, nuestro estilo de comunicación hace que sea más fácil o más difícil para la otra persona entender lo que queremos decir. Y, desafortunadamente, sufrimos las consecuencias si no sabemos qué estilo de comunicación usar. Esto puede llevar a ofender involuntariamente a los demás o no poder transmitir claramente nuestro mensaje.

Si eres demasiado pasivo, entonces lo más probable es que estés de acuerdo con lo que te dicen los demás, que sigas a la multitud y que a menudo te perciban como débil. Los comunicadores pasivos suelen ser memos respetados, son a menudo subestimados y reciben menos oportunidades.

La comunicación agresiva, por otro lado, puede evitar que tengas amistades sólidas. ¿Por qué? Porque nadie disfruta de la compañía de alguien que constantemente juzga, discute, no está de acuerdo con nadie y no permite que otros compartan sus opiniones.

Si ignoras las opiniones de los demás, no tienens en consideración sus sentimientos y hablas más de lo que escuchas, es muy posible que estés utilizando una estilo de comunicación agresivo. Esta forma de comunicación se presenta como una falta de respeto y a menudo arruina las relaciones.

Pero la comunicación asertiva es el equilibrio entre los otros dos estilos de comunicación.

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Todos debemos aspirar a la comunicación asertiva, ya que es lo mejor de ambos mundos: nosotros satisfacemos nuestras necesidades y también las de los demás.

Practicando la comunicación asertiva aumenta el uso apropiado de este tipo de comportamiento, permitiéndonos cambiar viejos patrones de comportamiento por un enfoque más positivo de la vida. El estilo asertivo de comunicación es: directo, honesto, aceptado, responsable y espontáneo y NO es agresivo, intolerante, manipulador ni pasivo. Por supuesto, a veces puede ser difícil crear este hábito y mantenerse alejado de los otros dos estilos de comunicación. Se necesita ante todo autocontrol. Afortunadamente, hay algunas técnicas fáciles para mejorar nuestras habilidades de comunicación asertiva.

Componentes principales de la comunicación asertiva

Contacto visual: demuestra interés por lo que la otra persona dice y muestra sinceridad.
Postura corporal: el lenguaje corporal congruente mejorará el significado del mensaje
Gestos: los gestos apropiados ayudan a agregar énfasis.
Voz: un tono nivelado y bien modulado, suave y relajado es más convincente y aceptable, y no es intimidante ni agresivo. El comportamiento asertivo también significa no mostrar vacilación o dureza a través de su voz. Mantenlo amable y tranquilo. Hablar despacio y usar una voz más baja es generalmente suficiente para restablecer el equilibrio en la conversación.
Timing: usa el sentido común para maximizar la receptividad y el impacto
Contenido: el cómo, dónde y cuándo se dice es muchas veces más importante que lo que se dice.

La importancia de las afirmaciones en primera persona

Parte de ser asertivo implica la capacidad de expresar adecuadamente nuestras necesidades y sentimientos. Puedes lograr esto usando las afirmaciones en primera persona («Quiero», «Necesito», «Siento»…). Este tipo de declaraciones nos atribuyen la propiedad, se centran en el comportamiento e identifican el efecto del mismo, son directas y honestas, y contribuyen al crecimiento de nuestra relación con los demás.

Este tipo de afirmaciones incluyen tres elementos principales: comportamiento, sensación y efecto tangible (la consecuencia para ti).

Un ejemplo sería: «Me siento muy frustrado cuando llegas tarde. No me gusta tener que esperarte siempre.»

7 técnicas para la asertividad en la comunicación

1. Ensayo de comportamiento: literalmente consiste en practicar cómo quieres lucir y sonar. Es una técnica muy útil cuando deseamos usar declaraciones en primera persona, ya que ayuda a disipar cualquier emoción asociada con una experiencia y nos permite identificar con precisión el comportamiento que queremos afrontar.

2. Afirmación repetida o técnica del disco rayado: esta técnica de asertividad nos permite sentirnos cómodo al ignorar las trampas verbales manipulativas, los cebos argumentativos y la lógica irrelevante mientras te mantienes en tu argumento. Para utilizar de manera efectiva esta técnica de asertividad, afirma repetida y tranquilamente, diciendo lo que quieres y manteniéndote enfocado en el problema. Descubrirás que no hay necesidad de «sobreactuar» para tratar con los demás.

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Si, por ejemplo, no podemos aceptar más carga de trabajo, puedes decir directamente: «No puedo asumir más proyectos en este momento». Si las personas no se dan por enteradas, continúa repitiendo este mensaje hasta que lo comprendan:

«Me gustaría que trabajes en el proyecto X».

«No puedo asumir más proyectos en este momento».

«Voy a pagar extra para que lo hagas».

«No puedo asumir más proyectos en este momento».

«En serio, esto es realmente importante. Mi jefe insiste en que esto se haga».

«No puedo asumir más proyectos en este momento».

«¿Lo harás como un favor personal?»

«Lo siento, pero simplemente no puedo asumir más proyectos en este momento».

Se trata de una técnica muy efectiva para ventas que también tiene sus peligros: es una técnica muy positiva si la usas para protegerte de la explotación, pero si la usas para intimidar a alguien para que tome medidas en contra de sus intereses, es manipuladora y deshonesta.

3. Empañamiento o «Fogging»: esta técnica nos va a permitir recibir críticas tranquilamente, sin ponernos nerviosos ni a la defensiva, dejando sin recompensa a las críticas manipuladoras. Para ello, debemos encajar y reconocer las críticas, estar de acuerdo en que puede haber algo de verdad en lo que dicen, pero seguir siendo el juez último de nuestras acciones. Por ejemplo: «Estoy de acuerdo en que probablemente haya habido ocasiones en las que no he puesto todo el interés que debiera».

4. Consulta negativa: esta técnica de asertividad busca conocer críticas sobre ti mismo en tus relaciones cercanas. Para usar este técnica eficazmente, debes escuchar los comentarios críticos en tu entorno y usar la información si te parece que es útil o desecharla si crees que es manipuladora. Un ejemplo de esta técnica de asertividad sería: «Entonces, ¿crees que no soy bueno en mi trabajo?

5. Afirmación negativa: esta técnica de asertividad te permite examinar con más comodidad los aspectos negativos de tu propio comportamiento o personalidad sin estar a la defensiva o sentir ansiedad, lo que también reduce la hostilidad de tus críticos. Consiste en aceptar tus errores o faltas, pero no disculparte. Un ejemplo sería: «Sí, tienes razón. No siempre escucho atentamente lo que tienes que decir».

6. Cambio de verbos: Intenta usar verbos y tiempo más definidos y enfáticos a la hora de comunicarte. Esto te ayudará a enviar un mensaje claro y preciso, sin «adornos» que puedan confundir a la gente. Para ello, usa verbos como «Haré», «Necesitaré», «Quiero», «Elijo»… en lugar de verbos como «Debería», «Necesitaría» o «Tengo que»..

Por ejemplo: «Me iré de vacaciones la próxima semana, así que necesitaré a alguien para cubrir mi carga de trabajo» o también «Quiero hacer este curso de capacitación porque creo que será bueno para prosperar en mi trabajo».

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7. Empatía: Trata siempre de reconocer y entender cómo ve la situación la otra persona. Tras tomar en consideración su punto de vista, expresa lo que necesitas de ella. Por ejemplo, «entiendo que está teniendo problemas para trabajar con X, pero este proyecto debe completarse para el viernes. Vamos a proponer una solución juntos».

Conclusión

Ser asertivo significa encontrar el equilibrio correcto entre la pasividad (no lo suficientemente asertivo) y la agresión (comportamiento hostil). Significa tener un fuerte sentido de ti mismo y tu valor, y reconocer que mereces obtener lo que deseas. También implica defenderte incluso en las situaciones más difíciles. Pero ojo, ser asertivo no significa actuar en tu propio interés sin tener en cuenta los derechos, sentimientos, deseos o necesidades de los demás. Eso sería ser agresivo.

Puede aprender a ser más asertivo con el tiempo identificando tus necesidades y deseos, expresándolos de manera positiva y aprendiendo a decir «no» cuando lo necesites. También puede utilizar técnicas de comunicación asertiva para comunicar tus pensamientos y sentimientos de manera firme y directa.

Es probable que no ocurra de la noche a la mañana, pero al practicar estas técnicas con regularidad, irás aumentando poco poco la confianza y seguridad en ti mismo que necesitas para ser asertivo. También te volverás más productivo, eficiente y respetado por los demás.

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